La macabra casualidad que acompaña a los goles de Aaron Ramsey vivió un nuevo capítulo con la muerte del actor británico Alan Rickman. Ayer el Liverpool y Arsenal firmaron las tablas en un encuentro memorable (3-3).
El lunes pasado el joven jugador del equipo gunner marcó y al día siguiente falleció el icono de la música David Bowie. Sus dotes fuera de lo común van más allá del terreno de juego. Es macabro pero es así.
Cada vez que Ramsey marca un gol, un personaje célebre muere. Su última víctima había sido David Bowie.
El futbolista del Arsenal, que en 2008 fue le más joven en debutar con el Cardiff City a sus 17 años, no se caracteriza precisamente por un olfato goleador demoledor. En toda su carrera ha anotado 40 goles, pero en sus inicios, muchos de ellos eran fatídicos.
La más reciente "victima":
El Arsenal, líder de la Premier League, dejó escapar la victoria en el terreno del Liverpool en el descuento final (3-3), el miércoles en la 21ª jornada, pero marcó Aaron Ramsey, y cada vez que eso ocurre se muere un famoso. Una opinión lógica: No es que Aaron Ramsey haga gol y se muera un famoso. Es que cuando hace gol, todos buscan un famoso que se haya muerto para involucrarlo.
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